A todas las mujeres nos surgen dudas después del parto: ¿Cuándo puedo empezar a tener relaciones sexuales con mi pareja? ¿Hasta cuándo no podré hacer actividad física? ¿Es normal tener pérdidas de orina? Es importante informarse y realizarse una valoración de suelo pélvico completa con un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico para que nos pueda orientar acerca de las opciones que tenemos según el estado de nuestro cuerpo.
En el post de hoy vamos a centrarnos en qué puedo hacer y cómo durante la cuarentena para evitar la aparición de patologías asociadas a un suelo pélvico debilitado. Además, activar la musculatura de forma temprana será crucial para nuestra rehabilitación.
Dicho esto, os dejamos 8 consejos para que puedas empezar a activar tu cuerpo desde el primer momento, pero con la precaución que necesita:
1) Ayuda a tu cuerpo a mejorar la circulación para eliminar las toxinas derivadas del parto. Puedes hacer movilizaciones de tus pies y piernas mientras estés tumbada, y realizar paseos cortos para favorecer el retorno venoso.
2) Evita coger peso.
3) Haz comidas ricas en agua y fibra para evitar sufrir estreñimiento, y proteger así tu Suelo Pélvico.
4) Las relaciones sexuales con penetración durante la cuarentena están desaconsejadas. Tu vagina ha sufrido un gran impacto y necesita recuperarse. Dale un respiro, cuando te sientas con ganas y confianza todo fluirá mejor.
5) Protege tu suelo pélvico cada vez que vayas a realizar un esfuerzo (toser, estornudar, etc.) contrayéndolo, para evitar la aparición de prolapsos (descenso de los órganos) y las pérdidas de orina.
6) Deja de lado los abdominales tradicionales. Es un ejercicio que ejerce mucha presión en el Suelo Pélvico y que puede favorecer la aparición de patologías.
7) Mantén una postura correcta durante tus actividades diarias: caminar, toser, estornudar, coger a tu bebé… una mala postura puede generar sobreesfuerzos de la musculatura que ahora se encuentra débil.
8) Realiza contracciones suaves e indoloras de la musculatura del suelo pélvico para favorecer tu recuperación, disminuir el dolor y mejorar la cicatrización (en el caso de que la haya). Puedes empezar incluso en el hospital.
Ahora ya tienes la información necesaria para proteger tu suelo pélvico, es hora de ponerlo en práctica!